martes, 6 de diciembre de 2011

6 de Diciembre: la lucha del pueblo por el socialismo arrasará con la monarquía y con el capitalismo. Con el frente obrero y popular al socialismo

Manifiesto del Partido Comunista de los Pueblos de España y de Unión Proletaria:













La crisis estructural del sistema capitalista se agudiza, e impone a los trabajadores y trabajadoras un alto deterioro en sus condiciones de vida y trabajo. Son cinco millones de personas en paro a las que el sistema es incapaz de dar una salida; más del 40% de la juventud está sin empleo, y un millón y medio de familias tienen a todos sus miembros sin trabajo.

El paro, la precariedad y los desahucios están dejando en la calle a miles de personas sólo por satisfacción de los intereses de la banca y de los grandes capitales, que, a su vez, amasan ingentes fortunas a costa de todo el robo y el saqueo planificado contra el pueblo.

Toda la acción política de la oligarquía está orientada a la salvaguarda de los privilegios de esa minoría parasitaria. La monarquía de los Borbones, es parte fundamental de esta estrategia; una monarquía designada a dedo por la dictadura franquista, que con el golpe de estado fascista en 1936 ejerció una represión sistemática durante 40 años contra el pueblo y contra la clase obrera. El capital financiero, los monopolios, y las asociaciones patronales sostienen a una casta política, instalada en la más absoluta corrupción, que sostiene su poder política legitimada por los procesos electorales amañados.
El Partido Comunista de los Pueblos de España y Unión Proletaria, en este aniversario de la Constitución monárquica, denuncian de nuevo la traición al pueblo en la llamada “transición política”, pues consolidó el poder de la oligarquía, utilizando para ello el engaño y el miedo a amenazas futuras de los poderes fácticos, instituyéndose la Constitución del 78 como escaparate formal e intocable de dominación y represión.

La lucha de clases se manifiesta hoy con mayor claridad; la Unión Europea interviene -en esta situación- según la lógica de su carácter imperialista, el FMI interviene en cada país como claro gestor de los intereses oligárquicos, y dicta sus políticas económicas con la principal finalidad de arrebatar las conquistas a la clase obrera y al pueblo, abaratando el despido, reduciendo los salarios, rebajando las pensiones, aumentando la jornada de trabajo o precarizando el empleo, privatizando los sectores públicos de la economía o la enseñanza, la sanidad… Mientras tanto no se impulsa ni una sola medida para eliminar los paraísos fiscales, el fraude fiscal, la reducción de salarios multimillonarios de ejecutivos de multinacionales y bancos.

Se refuerza a todas las clases parásitas, que más se les protege cuanto más se dedican al robo del patrimonio del pueblo y más corruptas son; mientras, por otro lado, se incrementa la explotación contra los trabajadores y trabajadoras -que son quienes crean la riqueza-, pero a los que se exprime y reprime sin contemplaciones. La monarquía, como forma coyuntural de la dictadura del capital por la que optó en su momento la oligarquía, forma parte de la superestructura del sistema, y su papel es el de colaborar a impedir una solución obrera a la crisis estructural del sistema capitalista, al que se encuentra irremediablemente unida.

La monarquía española también forma parte de la superestructura de legitimación de las invasiones imperialistas norteamericanas y europeas de Iraq, Afganistán, Los Balcanes, Libia…, las cuales no tienen otra finalidad que abrir el camino a las multinacionales que subyugan y expolian a estos pueblos.

No hay futuro para la clase obrera bajo la dictadura del capital. La humanidad se ha adentrado ya en la etapa de transición del capitalismo al socialismo.

El Partido Comunista de los Pueblos de España y Unión Proletaria -consecuentemente con esta caracterización de la época- trabajan en la construcción del Frente Obrero y Popular por el Socialismo centrado en las luchas contra las reformas laborales, por la garantía de servicios básicos de luz, agua… en situaciones de paro o precariedad, por la jornada de 35 horas semanales, por el subsidio de paro indefinido, por la asistencia sanitaria gratuita, universal y total, y por la separación total entre la Iglesia y el Estado.

En las últimas Elecciones Generales las candidaturas del PCPE, que han contado con el apoyo de UP, a pesar de todas las trabas impuestas para evitar la presencia de la opción comunista, han incrementado significativamente sus votos allá donde conseguimos vencer las barreras impuestas, lo cual es una primera expresión de un cambio en la conciencia de clase. Se crean así nuevas condiciones para la lucha política revolucionaria. Pero sólo será mediante la organización de los trabajadores y trabajadoras en el Partido Comunista, la unidad comunista y la participación de amplios sectores del pueblo en el Frente Obrero y Popular, como lograremos una República Socialista de carácter confederal, en la que pueda ejercerse el derecho de autodeter-minación, proceder a la nacionalización de la banca, la paralización de las privatizaciones y el rescate, sin ningún tipo de indemnización, de las empresas privatizadas, la nacionalización y control obrero de sectores estratégicos, la reducción radical de los gastos militares, un sistema educativo público, gratuito, laico y de calidad, la incorporación masiva de la juventud al mundo del trabajo, la erradicación de la violencia patriarcal y la igualdad de géneros y la derogación de toda legislación antiobrera y antipopular como son las leyes de de partidos, extranjería y antiterrorista.

POR LA REPÚBLICA SOCIALISTA DE CARÁCTER CONFEDERAL

TODO PARA LA CLASE OBRERA