El
día 25 de enero la dirigencia sindical traidora, de CCOO y UGT volvió a
firmar un acuerdo lesivo para la clase trabajadora. En esta ocasión un
acuerdo sobre subidas salariales que se sitúa en el 0,5% cuando el IPC
del año 2010 fue del 2,4% y con cláusula de descuelgue con lo que es
posible que no se llegue aplicar realmente ni ese 0,5%.
Desde
el PCPE llevamos tiempo advirtiendo que de la crisis estructural del
Capitalismo no hay salida favorable a la clase obrera que no sea la de
enviar al basurero de la historia al sistema de explotación capitalista.
Así como que la única salida es la organización y la lucha de las
clases trabajadoras en la perspectiva del Socialismo. Esta nueva vuelta
de tuerca no hace más que demostrar nuestro análisis.
Y
es que a la burguesía y a sus sucesivos gobiernos no les preocupan las
cinco millones cuatrocientos mil personas sin empleo, no les preocupa la
perdida constante de poder adquisitivo del pueblo trabajador, no les
preocupa que alguna persona pueda encontrarse en la calle por que el
banco le haya robado su vivienda, no les preocupa que una persona pueda
no ser atendida en un centro sanitario, no les preocupa el alto grado de
analfabetismo funcional ni el abultado fracaso escolar de los hijos e
hijas de la clase trabajadora, en definitiva no les preocupa lo más
mínimo la miseria a la que a grandes zancadas se nos va llevando por que
son conscientes de que sólo así podrán remontar su crisis. No debemos
olvidar que la burguesía sí tiene conciencia de clase y está
perfectamente organizada.
En
cambio, la clase trabajadora, que durante décadas de luchas organizadas
desde el sindicalismo de clase había logrado importantes conquistas
sociales ve ahora como sus organizaciones se vuelven estériles para la
lucha, cuando no cómplices de los retrocesos.
Esto
es debido en gran medida a la influencia de la ideología burguesa en el
seno de las organizaciones obreras, que introdujo hace ya demasiado
tiempo el concepto de Pacto Social y de corresponsabilidad ante la
crisis. Pero también a la traición de toda una capa de dirigentes que
acomodados en las estructuras de dirección sindicales actúan desligados
de los intereses de la clase a la que dicen representar.
Sólo
tenemos que observar lo poco que hemos tardado, tras las elecciones, en
ver como de nuevo las estructuras confederales de CCOO y UGT han
acordado un nuevo paso atrás en las condiciones de vida y de trabajo,
mientras siguen tendiendo la mano al nuevo gobierno para entrar en un
nuevo proceso de concertación social que bajo el paraguas de “por el
empleo” todos sabemos lo que significará: más paro y más salarios de
miseria.
Todo
este escenario nos lleva a un callejón sin salida, donde a cada
renuncia sindical le sucede una nueva exigencia patronal y un nuevo
descontento entre los trabajadores y trabajadoras que miran cada vez con
más recelo a todas las organizaciones sindicales. Provocando con ello
una enorme dificultad de organización y de lucha.
Pero
hay un camino para luchar contra las medidas lesivas impuestas por los
gobiernos de la burguesía en connivencia con los dirigentes sindicales
traidores. El PCPE llama al conjunto de delegados y delegadas
sindicales, a toda la afiliación de todos los sindicatos y a los
trabajadores y trabajadoras en general a la insumisión a estos acuerdos.
Llamamos a organizar Comités para la Unidad Obrera (CUO), estructuras
asamblearias de base a niveles de empresa y territoriales sin importar
la afiliación sindical de cada quien, y que tengan como objetivo
levantar una movilización sostenida con el horizonte de la Huelga
General.
SI ELLOS FIRMAN RETROCESOS Y PAZ SOCIAL
RESPONDAMOS CON UNIDAD Y LUCHA DE CLASES