El Comité Ejecutivo del PCPE-Asturies quiere manifestar su total rechazo a la concesión del premio Príncipe de Asturias de la Concordia a la política colombiana Ingrid Betancourt, así como a los argumentos esgrimidos para tal galardón tanto por el jurado como por el Presidente del Gobierno asturiano, Vicente Álvarez Areces. En el fallo del jurado este se solidariza “con todas aquellas personas que padecen las mismas dramáticas e inadmisibles condiciones que ella ha sufrido, así como con aquellos gobiernos que, al igual que el de la República de Colombia, trabajan por la consolidación del sistema democrático y las libertades cívicas”. Este único argumento descalifica completamente a este jurado, ya que o es un absoluto desconocedor de la realidad colombiana o lo hace como parte de un descarado ejercicio de hipocresía. Está más que demostrado que el Gobierno de Colombia es hoy por hoy el mayor obstáculo para la salida negociada al conflicto colombiano, salida por la que siempre ha apostado la guerrilla de las FARC-EP. Baste recordar como en los años 80 el proceso de paz dio paso a la propuesta política legal llamada Unión Patriótica, demostrando así la voluntad pacificadora del grupo guerrillero, cuyos dirigentes fueron exterminados por grupos paramilitares en colaboración con las fuerzas del Estado. Y más recientemente, los esfuerzos negociadores de la senadora Piedad Córdoba han sido constantemente torpedeados por el gobierno de Álvaro Uribe, poniendo a la política liberal en la mirilla de los paramilitares y las fuerzas de seguridad.
No negaremos las dramáticas condiciones que la Sra. Betancourt ha sufrido durante 6 años, pero tampoco olvidamos las que sufre el conjunto de las clases populares colombianas durante toda su vida, en condiciones de vida deplorables y acosadas permanentemente por tres terrorismos que se desarrollan en connivencia cuando no en abierta colaboración, a saber, el paramilitar, el del narcotráfico y el del Estado. O los miles y miles de combatientes que están en las hacinadísimas cárceles colombianas gracias a las constantes negativas gubernamentales para realizar el reclamado intercambio humanitario. Al olvidar estos hechos el jurado toma partido en el conflicto colombiano, entregándole la distinción a la que hoy se ha convertido en marioneta y máximo elemento propagandístico de la política criminal de Álvaro Uribe, cuyos lazos con el narcotráfico y el paramilitarismo están más que demostrados por más que se intenten esconder. Esto invalida a la Sra. Betancourt para “personificar a todos aquellos que en el mundo están privados de libertad por la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la violencia terrorista, la corrupción y el narcotráfico”, como dice el fallo del jurado. Por si este fuera poco, hoy por hoy el gobierno de Álvaro Uribe es la mayor amenaza a la paz que existe en el continente, con sus constantes agresiones a la soberanía de sus países vecinos como es el caso de Venezuela y Ecuador.
Hemos de recordarle al Sr. Areces que su gobierno aporta ayudas al Programa de Refugio Temporal cuyos beneficiarios son precisamente los damnificados de la política del Sr. Uribe. Estamos hablando de sindicalistas y políticos de la izquierda colombiana cuyas vidas están amenazadas por las fuerzas de seguridad del Estado. Recordemos como un antiguo participante de este programa, el sindicalista Luciano Romero, fue asesinado a su vuelta a Colombia. Muchos son los padecimientos del pueblo colombiano, pero solo la Sra. Betancourt dispone de una corte mundial de medios de comunicación para darnos a conocer los suyos y los de los suyos.
10 setiembre 2008
Secretaría de Comunicación
PCPE-Asturies
