jueves, 11 de septiembre de 2008

Vecinos de Villares se manifiestan contra una presa de laminación en el río Eliche

gas | Sábado, 06/09/2008 - 9:47am

La oposición del pueblo de Los Villares a la presa de laminación del río Eliche ha sido rotunda. El plan del Ayuntamiento de Jaén de canalizar el río y retenerlo con el fin de que las residencias ilegales de “Los Puentes” no sufran las crecidas y avenidas del río se ha visto desbordado por las alegaciones en su contra.

La construcción ilegal de chales y residencias junto a los cauces de los ríos Quiebrajano y Eliche, en el término municipal de Jaén, es la causante de toda la polémica. Estas zonas residenciales, conocidas como “Los Puentes”, al tener nombres como: Puente de la Sierra, Puente Nuevo, Puente Jontolla o Puente Tablas, sufren desde hace años la crecida de estos ríos, que se unen en esta zona, con la consecuente avenida y desbordamiento.

El Ayuntamiento de Jaén, sin cuestionarse el hecho de que fueran viviendas ilegales al asentarse sobre el mismo cauce de los ríos, ha planteado diferentes propuestas para aliviar el problema. La principal es el encauzamiento del río Eliche y la creación de una presa de laminación junto al paraje de Los Cañones que controle el flujo del río; además, existen otras secundarias, como un sistema de alerta anticrecidas, mediante paneles y alarmas por medio de la radio. La presa del río Eliche se enmarca en el protocolo firmado en el verano de 2006 por la Junta de Andalucía, el Gobierno y el Ayuntamiento de Jaén.

La presa constaría de un talud de 89 metros de altura que recogería las aguas del río Eliche, junto al paraje de Los Cañones, reteniendo el agua de los periodos de fuertes lluvias y manteniendo el cauce a niveles mínimos. Para evitar que la presa se tapone se construirá una gran malla de hierros transversalmente al río para detener los arrastres, piedras y lodos, con lo cual el agua fluiría limpia hacia la zona de Los Puentes. Desde los medios de información oficiales, se ha presentado el proyecto como eje para fomentar la recuperación de los Cañones.

Es precisamente esa presa, que se lleva estudiando desde hace años, la que ha hecho reaccionar al pueblo de Los Villares, tanto a los políticos como a los movimientos sociales, grupos ecologistas y vecinos. Es por ello, que han llevado un trabajo de alegaciones hasta el pasado 2 de septiembre, cuando terminaba el plazo. Sus motivos son múltiples, defendiendo la riqueza natural y patrimonial del entorno del pueblo, de los ríos afectados y de Los Cañones.

La Plataforma Ciudadana de Defensa del Patrimonio Cultural y Medio Ambiente, con su portavoz, el arqueólogo Manuel Molinos, ha denunciado que "lo que se quedaría en Los Villares sería toda la basura, pero además todos los árboles se secarían y nos encontraríamos con un desierto a las puertas del pueblo", y que, además, la presa vulnera la Ley de Patrimonio Histórico al inundar 16 sitios catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC) por la presencia de pinturas y abrigos rupestres.

Ante este atentado ecológico, los vecinos de Los Villares entregaron 2.700 firmas contra el proyecto y 700 alegaciones, de los 5.000 habitantes del pueblo, a lo que hay que sumar el apoyo de la clase política, como el Ayuntamiento, que el 11 de agosto aprobó una moción de rechazo a la presa, o la alcaldesa, del PSOE, quien no duda en enfrentarse a su partido, ya que tanto la Junta como el Gobierno central apoyan esta infraestructura.

Los opositores al proyecto, también critican el alto coste de la presa: 45 millones de euros, a lo que habría que sumar el encauzamiento del río: 800.000 euros por kilómetro, todo ello con dinero público. Es por ello que proponen indemnizar a los afectados o incluso levantar las viviendas afectadas por las crecidas en el término municipal de Los Villares.

La acción de protesta de los vecinos se materializó el pasado 2 de septiembre, aunque ya el 25 de agosto hubo una concentración realizada por la Plataforma Ciudadana de Defensa del Patrimonio Cultural y Medio Ambiente. La manifestación, de una hora de recorrido, llevó el problema de la destrucción del patrimonio natural y cultural jiennense a la capital.

A las doce y cuarto una marcha de unos mil manifestantes recorrió Jaén desde la Plaza de Santa María hasta la plaza de las Batallas, donde se encuentra Subdelegación del gobierno, para entregar las firmas y alegaciones redactadas por los vecinos y contrarios al proyecto. Los miembros de la Plataforma Ciudadana de Defensa del Patrimonio Cultural y Medio Ambiente encabezaban la manifestación, con una pancarta: “No a la presa del río Eliche”, tras la que desfilaban vecinos tanto de Los Villares como de toda la provincia.

Entre los lemas que se coreaban se encontraban: “No a la presa, otra solución”, “No nos toques Los Cañones, no nos toques los cojones”, “El río Eliche es de los peliches (en alusión al apelativo con que son conocidos los villariegos”, “A por ellos”, “Puentes sí, presa no”, “Los Cañones valen más que los millones” o “No nos mires, únete a nosotros”. Los participantes en la protesta llevaban lazos y brazaletes verdes y pegatinas con eslóganes contrarios a la infraestructura. Se hicieron oír con silbatos y megafonía frente a la sede de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), quien ha aprobado y fomentado el proyecto. La movilización alcanzó, en torno a la una y cuarto de la tarde, la Plaza de las Batallas, al grito de “El pueblo unido, jamás será vencido”.

Según anuncia Manuel Molinos la plataforma (que reúne a partidos y colectivos sociales) no se arredrará y está dispuesta a llegar a organismos estatales e internacionales, incluida la Unesco, para defender el patrimonio del paraje natural Los Cañones. Cree que el proyecto es “ilegal” porque la Consejería de Cultura se ha dirigido a la Confederación cuando ya está aprobado, “algo que debió haber ocurrido previamente”. Anuncia que la lucha será “larga y dura”.

Ante esta manifestación y el deseo de llegar “hasta el final” ha hecho surgir críticas de políticos y autoridades de la provincia, que llaman al diálogo. Por su parte, la alcaldesa de Jaén ha calificado de desafortunada la manifestación, al oponerse al protocolo firmado en el año 2006, que rige la construcción de la presa y el encauzamiento del río Eliche.