viernes, 20 de marzo de 2009

CONTRA LOS ESTUDIANTES, LA MISMA MEDICINA QUE FRANCO

En el franquismo o en la monarquía partitocrática, hay “cosas” que nunca cambiarán

El desalojo de los estudiantes encerrados en la Universidad de Barcelona, en la mañana de hoy, por parte de los Mossos d’Escuadra, representa no sólo una brutal agresión al movimiento estudiantil, sino la demostración palpable del grado de histeria colectiva que azota a los dirigentes políticos de este país, preocupados de que nada se mueva en la calle, en estos momentos en que la crisis económica hace tambalearse su mísero sistema capitalista.
Una década después del pistoletazo del Plan Bolonia los políticos de este país nos siguen ocultando los intereses reales del cambio de modelo educativo, bajo los eufemismo de modernizar la universidad, de aumentar la calidad de la enseñanza. Lo que verdaderamente se persigue es convertir la enseñanza universitaria en una mercancía capaz de generar beneficios al decrépito sistema capitalista. Intereses variopintos, desde patrones a los que les saldrá más barata la mano de obra cualificada, profesionales de prestigio como algún periodista de renombre que también espera cobrar, alguna empresa que aspirar a tutorizar alguna carrera, etc., en definitiva americanizar la universidad.
Pero independientemente de los intereses que están detrás del Plan Bolonia, lo inconcebible es que la ciudadanía vea por televisión imágenes propias de la dictadura fascista; no en blanco y negro como si fuera un documental de televisión, sino en color. Las cargas policiales y el trato dispensado a los estudiantes está más próximo a una dictadura que a una democracia, la actitud de saña y violencia que algunos policías han empleado demuestra al servicio que quién están.
Si este país tuviera los mínimos democráticos que exigen a otros países, mañana debería hacerse efectiva una serie de dimisiones:
En primer lugar, la del Rector de la Universidad de Barcelona, Dídac Ramírez, pues tiene el triste record de llevar sólo cuatros meses en el cargo y actuar como los rectores de la dictadura.
En segundo lugar, la del Conseller d’Innovació, Universitats i Empresa, Josep Huguet. Su prepotencia y su falta de voluntad política para negociar con los estudiantes, lo convierte en principal responsable político de la situación.
Por último, la del Conseller d’Interior, Relacions Institucionals i Participació, Joan Saura, puesto que sus muchachos han vuelto a demostrar lo que son, una colla de energúmenos al servicio del capital. En ningún caso una policía de un país democrático, al servicio de los ciudadanos.
Desde el PCPC y los CJC-JCPC, exigimos la inmediata liberación de los estudiantes detenidos, y nuestra solidaridad con las movilizaciones que promueve el movimiento estudiantil.
30 anys després, aquí no ha canviat res!
Fora mossos de la Universitat!

Partit Comunista del Poble de Catalunya

CJC- Joves Comunistes del Poble Català