1.El bipartidismo se muestra, una vez más, como un eficaz método de perpetuación del poder de la oligarquía en España. En esta ocasión consiguen concentrar el 83,86% de los votos, aumentando en 3,56% con respecto a las elecciones de hace cuatro años, y continuando la tendencia ascendente de elecciones anteriores. El capitalismo español revalida su control absoluto de la institucionalidad estatal para continuar su brutal explotación de la clase obrera y los sectores populares en beneficio de la concentración y centralización del capital; al mismo tiempo que continuará sin posibilitar cauces que permitan el libre desarrollo de los derechos nacionales, y continuará con la represión de los mismos cuando se concretan en capacidad de movilización y de lucha.
2.Esta concentración del voto se consigue –por una parte- a partir de la vampirización de los apoyos electorales a opciones con un concreto ámbito territorial: ERC, EA, CHA, CC. Estas organizaciones pierden un total de ocho diputados/as. Toda una elaborada estrategia ha permitido lograr este objetivo (medios de comunicación, financiación electoral, ley electoral desproporcional, etc.).
3.Con este resultado la oligarquía española establece un marco favorable para institucionalizar una alianza con las burguesías periféricas más proclives al pacto con ella, y que contrapesan los elementos más centrífugos del actual estado plurinacional.
4.La resistencia de la izquierda abertzale pone de manifiesto, una vez más, la incapacidad de la represión de los aparatos estatales para dominar a esa parte del pueblo vasco que –con sus aciertos y sus errores- se niega a agachar la cabeza, y que una y otra vez busca caminos para avanzar hacia la conquista de sus derechos nacionales.
5.Por otro lado la debacle del reformismo de izquierdas tiene su origen en su propia estrategia, subsidiaria de la socialdemocracia liberal. La reiteración de actuaciones anteriores y el apoyo incondicional al gobierno han puesto precio a su reiterada renuncia a los compromisos con un proyecto transformador.
6.Este aspecto último avanza en la línea del deslinde del campo revolucionario, y configura un nuevo marco para el desarrollo del proyecto revolucionario en el estado español. El desarrollo de la crisis interna de IU se resolverá, previsiblemente, sobre la base del triunfo de las posiciones internas más reformistas, pues en el núcleo duro de la organización se hará fuerte la “coordinadora de cargos públicos” que son quienes hoy pueden garantizar las finanzas de una organización en bancarrota.
7.El PCPE consigue una presencia electoral que supera a todos los obtenidos en varias convocatorias anteriores:
1993 - 10.233
1996 - 14.513
2000 - 12.898
2004 - 12.979
2008 -19.141
8.Este resultado hay que valorarlo como un nuevo avance en el proceso de recuperación del partido, iniciado en el Séptimo Congreso. Pero aún así es un resultado electoral insuficiente que demuestra la dificultad de recuperación del electorado comunista, una dura batalla fruto del pesado lastre que el eurocomunismo y otras desviaciones reformistas han dejado, y de la necesidad de derrotar el profundo anticomunismo que existe en una buena parte de la sociedad española.
9.De forma más positiva hay que valorar el trabajo político y organizativo realizado en esta batalla. La importante presencia electoral en cuarenta y siete circunscripciones, la elaboración de unos materiales de propaganda en general muy bien valorados dentro y fuera del partido, una fuerte actividad militante con destacada presencia en la calle, la realización de todo tipo de actos y el trabajo de finanzas, son elementos que fortalecen el proyecto y sitúan a la militancia ante la misma realidad de la batalla ideológica en las actuales coordenadas políticas. El partido, de manera general, ha superado bien esta prueba.
10.Todo ello ha permitido que se note la presencia de un partido revolucionario luchando en el marco de las elecciones burguesas, con criterio propio y con una propuesta política clara para la clase obrera y los sectores populares. Hemos empezado a cubrir un vacío que debilita fuertemente las posiciones de clase en la lucha política diaria. A señalar las numerosas dificultades encontradas en la tramitación de las candidaturas (legales, burocráticas, económicas, …..) que nos han requerido una enorme dedicación, pero que también nos han preparado con más experiencia para próximas ocasiones.
11.El discurso político del partido ha mejorado notablemente en esta batalla política. Enfrentada la militancia a la situación concreta del combate ideológico en el día a día el discurso del partido se ha perfilado con mayor nitidez, con mayor concreción y más cercanía a los problemas inmediatos del pueblo y de la clase.
12.En un escenario de retroceso de las organizaciones situadas fuera del bipartidismo el PCPE consigue aumentar sus resultados en casi un cincuenta por ciento. Ello es un dato de gran importancia política. Ahora habrá que analizar los resultados en las diversas localidades. A destacar en lo positivo el ascenso importante, entre otros lugares, en Barcelona, así como el resultado en Euskadi donde nuestra presencia electoral hasta ahora había sido mínima.
13.También hay que valorar como muy positivo las nuevas incorporaciones de militantes que se han producido en estas semanas, tanto al partido como a los CJC. Se demuestra que luchando se crece, y que el objetivo principal es estar en la calle junto al pueblo y a la clase, entonces se nos reconoce y aumenta nuestra capacidad organizativa.
14.El PCPE, todas sus organizaciones territoriales, así como los CJC a su nivel, deben hacer de este trabajo electoral y de sus resultados, un elemento de apoyo para el futuro trabajo político. Explicar estos resultados, acercarse a quienes nos han votado, continuar el trabajo en el día a día, decidir los cambios necesarios, difundir nuestra lectura de los resultados generales, son tareas de la mayor importancia.
15.El PCPE tiene que trabajar como la organización revolucionaria de ámbito estatal que es, y hacer de nuestro trabajo de hoy una palanca para el crecimiento del futuro. La lucha ideológica se tiene que reforzar, nuestra denuncia del sistema de dominación tiene que se cada día más radical, nuestros análisis de los mecanismos de la dominación y la explotación tienen que ser más precisos, hay que estudiar la realidad, desmenuzarla al detalle y hacer de ello un instrumento de lucha revolucionaria. La retórica hay que enviarla al cajón de la basura y hay que hacer de la dialéctica y del análisis concreto de la realidad concreta nuestra arma más preciada; de la organización y de la lucha de masas nuestra fortaleza frente a la represión y el anticomunismo. Si luchamos seremos fuertes.
Partido Comunista de los Pueblos de España.
Comité Ejecutivo
