lunes, 10 de marzo de 2008

ARTÍCULO DE JAUME D´URGELL: SIN IZQUIERDA

Tras su estrepitoso fracaso en las urnas, el actual modelo de desactivación del comunismo ya no se tiene en pie: asistimos al final de Izquierda Unida y al nacimiento del nuevo Partido Comunista de España. Ante eso: ni alegría, ni desconsuelo. Únicamente firmeza y seriedad ante el nuevo reto para la Clase Obrera. Con las tripas del último Gaspar, colgaremos al último cargo público amarillista.

MADRID.- Con el 100% de los votos escrutados, se confirma lo que ya era un secreto a voces: que las fuerzas políticas de izquierda se han visto empujadas al extraparlamentarismo; y que la derecha se alza con la práctica totalidad de los escaños, tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado. Eclosión del “bipartidismo único” Más allá de lo evidente, la situación actual supera lo que se conoce como ‘bipartidismo’, lo que en realidad tenemos ante nosotros es un sistema neoliberal, globalizador, imperialista y monárquico, o lo que es lo mismo: el Estado español está en manos de un régimen de partido único. Solo existe una única corporación, un único entramado político-financiero-militar, que administra dos grandes ‘marcas comerciales’, al servicio de un único ‘accionariado’: el Capital, en todas sus expresiones. Reconozcámoslo: PP y PSOE son dos filiales de una misma firma dedicada a la explotación de derechos de imagen en régimen de franquicia… dos marcas para un único fin: hacer las veces de comisarios políticos del Capital.

Análisis de resultados electorales Tomando como base los resultados de las anteriores Elecciones Generales, Izquierda Unida pierde votos en 45 de las 51 circunscripciones electorales, lo que supone un descenso del 30% de los votos, que conlleva la pérdida de 3 de sus 5 escaños, y la desaparición de su grupo parlamentario, debiéndose integrar sus diputados en el Grupo Mixto (o ‘transfugarse’ al PSOE, como ya hiciera López-Garrido, hoy portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, para sonrojo de los comunistas honestos y con memoria).

Por su parte, Izquierda Republicana –que como tal, solo se presentó en cinco circunscripciones–, pasa de un 0,07% a un 0,01% de los votos, prestándose además, a propiciar la desaparición de IU en Valencia.

La formación nacionalsocialista UPyD consigue un escaño en Madrid, donde ha logrado algo más de 130.000 votos. Malas noticias: nos tocará escuchar el raca-raca de su basura tradicionalista ultraespañola al menos durante los próximos cuatro años.

El PCPE, que ha logrado presentar candidaturas en la práctica totalidad del territorio del Estado, ha aumentado su apoyo electoral en un 47% respecto a los comicios de 2004, a pesar de lo cual se encuentra todavía lejos de contar con presencia en el Legislativo.

ERC –que para la ocasión optó por omitir el “RC” de su nombre–, pierde 5 de sus 8 diputados. Señalar también que leyes político-penales de excepción, impiden que un alto número de ciudadanos vascos puedan ejercer su derecho al voto. Y por supuesto, el hegemónico PP-PSOE se consolida como primera fuerza parlamentaria, pasando de 312 a 322 escaños. Nunca comprenderé por qué tantos trabajadores migrantes, madres solteras, matrimonios divorciados, abortistas y homosexuales depositan su confianza en un partido que, si contara con un respaldo del 97% del electorado, volvería a quemarnos vivos en las plazas mayores de los pueblos. Aumenta el riesgo de fractura social Mientras tanto, la población española se consolida como una de las más polarizadas de todo el continente (no en vano, la mitad izquierda de este país de países todavía se acuerda de cuando la mitad derecha intentó exterminar físicamente a nuestros padres, madres, abuelos y abuelas). Y es que, se mire cómo se mire, la banda terrorista vencedora en 1939 todavía se encuentra cómodamente instalada en el poder. El integrista homófobo y xenófobo podrá por fin ser ministro Volviendo a la Carrera de San Jerónimo: para superar la sesión de investidura será preciso contar con el apoyo de al menos 176 escaños, por lo que la alianza de gobierno más probable es la formada por la unión de los diputados del PSOE (169) y de CiU (10).

Algunas preguntas tras el funeral de IU Ante esto, se abren algunos interrogantes a los que habrá que dar respuesta en los próximos días: ¿Qué ha pasado en Valencia? ¿Qué está pasando con la voz de la clase trabajadora? ¿Seguiremos fraccionados, sectarios y ridículos? ¿Seguiremos tan trepas, amarillistas y cleptómanos como aquello que decimos combatir? ¿Consolidará el partido socialista la ‘democrática institución’ de la monarquía? ¿Qué pasará con Euskal Herria? ¿Quién defenderá a los inmigrantes? ¿Y a los precarios? ¿Quién defenderá a las miles de familias trabajadoras que no podrán pagar la hipoteca? ¿Quién defenderá a las miles de personas que morirán al intentar cruzar el Estrecho? ¿Quién evitará que Bolonia privatice la Universidad pública? ¿Y en la calle…? ¿Seguirán apuñalándonos bestias vestidas de uniforme? ¿Qué pasará con el Tribunal Constitucional? ¿Qué pasará con los tribunales de excepción? ¿Qué pasará con los financieros ladrones y estafadores impunes? ¿Qué pasará con el proceso de concentración mediático? ¿Qué pasará con las próximas deslocalizaciones? ¿Y el Capital… seguirá apostando por fracasados tardofranquistas, medievales, totalitarios, embusteros, feudales y fascistas… o por el contrario buscará una alternativa civilizada para la defensa de sus intereses? ¿Alguien piensa que todos los conservadores son de ideología nazi? ¿Y los liberales? ¿Y los regionalistas? El final de una época y el nacimiento de otra Y en cuanto a la debacle electoral, que no cunda el pánico: Izquierda Unida –que nació como un esperanzador movimiento político-social–, llevaba años proporcionando grandes servicios al Capital… pero todo eso terminó: el actual modelo de desactivación del comunismo ya no se tiene en pie por más tiempo. Ahora, toca recomponer, reconstruir… crear una izquierda honesta, comunista, verdadera, republicana, democrática, laica, marxista, revolucionaria y plural, que nos devuelva el entusiasmo, que trabaje por los de nuestra clase, que no se venda, que no mienta, que no se rinda. Bastaría con que el PCE se desembarazara de esa mafia instrumental llamada Izquierda Unida, que tanto tiempo hace que dejó de ser aquello para lo que fue concebida. Bastaría con que se iniciara un proceso de unidad de todas las fuerzas marxistas, para volver a encender la llama de la ilusión… desmantelar IU y recuperar un verdadero Partido Comunista.

Asesinatos políticos de segunda categoría. Todos los políticos han condenado el terrorismo que hace apenas unas horas nos golpeó con dureza. Alguno ha llegado a enumerar los nombres y apellidos de todas y cada una de las víctimas de la pasada legislatura… ¿todas? ¡no, claro! ningún portavoz se ha dignado a dedicar unas palabras en recuerdo de Carlos Javier Palomino, nuestro camarada antifascista asesinado por un nazi a sueldo de Defensa. ¿Se podría ilegalizar a alguno de esos partidos por no condenar el terrorismo de su ‘traviesa’ filial ideológica?

Razones para seguir adelante: Recordemos que nuestro compromiso es con el camarada quien mañana un juez del PSOE le quitará su casa para entregársela a un especulador del PP; nuestro compromiso es para con esa mujer que llora de rodillas en la cocina; para el trabajador sub-sahariano que trata de evitar las monterías de seres humanos que llevan a cabo esos monstruos uniformados a quienes pagamos el sueldo; nuestro compromiso es con ese imposible estudiante de grado superior, hijo de una humilde familia obrera; estamos comprometidos con esa pareja de lesbianas que no encuentra un alquiler asequible… con todas esas personas que necesitan una izquierda que ahora mismo no existe. Con las tripas del último Gaspar, colgaremos al último cargo público amarillista.

¡Salud y República! Jaume d'Urgell jaume@durgell.com