El 14 de abril conmemoramos la proclamación de la II República. Este episodio jugó un papel transformador dentro de la historia del estado Español, que hasta entonces, a pesar de diversos intentos de levantamientos, nunca había logrado tener en el poder realmente a representantes de la clase obrera, proceso que se aceleró tras el triunfo del Frente Popular. A pesar de los cambios producidos durante el propio periodo de la II República, podemos describirlo como un periodo donde los sectores populares pusieron su esperanza de cambio, habiendo un esfuerzo real por acabar con la precaria situación del pueblo. Educación, medidas sanitarias, cultura…La II República significó un avance dentro de los derechos de la clase trabajadora, truncado por un golpe militar que instauró una dictadura donde se frenaron todas esas ansias de transformación, significando un nuevo retroceso.
La II República ha de ser para nosotros y nosotras un ejemplo de lucha y de esfuerzo por la emancipación de la clase trabajadora y los sectores populares. Este 14 de Abril no podemos quedarnos en la memoria histórica mal entendida, que pretende dejar solamente en el recuerdo lo sucedido, como se promueve desde la supuesta izquierda parlamentaria. Este hecho histórico hemos de celebrarlo rescatando su esencia, con la reivindicación de la III República. Rescatar las ansias democráticas, las ansias por lograr un verdadero poder popular.
Hoy en día la lucha por la III República está tomando una coordinación estatal, y lo que es más importante, está empezando a ver experiencias de coordinación a nivel de barrio, creándose organizaciones desde la base. Cada día son más los sectores y gente de izquierdas que simpatizan con esta lucha, hartos de asumir a un jefe de estado impuesto por un dictador, que se nos presenta desde la transición como baluarte de la democracia. Pasa de ser heredero del franquismo a ser la cara de la democracia. Sin embargo, la figura del rey actualmente solo es legitimadora de los intereses de los explotadores (bancos y grandes multinacionales fundamentalmente) y de los métodos que utilizan para mantener sus beneficios a costa de las trabajadoras y los trabajadores.
La situación de precariedad y explotación que se vive hoy en el Estado Español se hace insostenible, sobre todo para esa juventud que ve cada vez más lejos su posibilidad de emancipación. La precariedad laboral hace que la juventud deba aceptar unas pésimas condiciones (como horas extras no remuneradas, despidos improcedentes, temporalidad,…) para poder obtener un sueldo mínimo, el cual a los 2 tercios de la juventud no les llega para salir del hogar familiar. Y a la hora de buscar vivienda nos topamos con los elevados precios del alquiler o las hipotecas a pagar en 50 años. Todo ello sin contar con la paulatina, pero cada vez más descarada, privatización de todos los servicios públicos como la educación o la sanidad.
La juventud se queda sin futuro en este sistema, lo que está despertando cada vez más conciencias que experimentan en sus propias carnes la necesidad de cambio. En este escenario, la III república aparece como posibilidad de ruptura democrática donde se puedan garantizar realmente los derechos de los y las explotados y explotadas. Se lucha por una república que garantice la democracia popular, y que no de continuidad al sistema actual. Por ello están surgiendo a lo largo y ancho del estado cada vez más coordinaciones del movimiento republicano, que se multiplican rápidamente.
Pero a medida que se refuerza el movimiento republicano se refuerza así mismo las medidas represivas contra éste, dentro de la línea de la represión a cualquier elemento que se contraponga al sistema. Durante este año hemos tenido numerosos ejemplos de esta represión, apoyándose desde los medios de comunicación, mediante la criminalización de la izquierda o de cualquier forma antimonárquica. Esto se contrapone con la permisividad que están teniendo con las expresiones fascistas, tales como agresiones, llegando al asesinato, manifestaciones con lemas racistas, etc. que han ido en aumento en los últimos meses. Esta complicidad demuestra que estos grupos fascistas interesan al gobierno, pues resultan ser un elemento más en su ejercicio de represión.
Ante todo esto, los Colectivos de Jóvenes Comunistas y el Partido Comunista de los Pueblos de España, presenta su propuesta de República de carácter Confederal y Socialista, de tal forma que se garantice la democracia popular y el derecho de autodeterminación de los pueblos tan reprimidos desde el régimen monárquico y su instrumento de legitimación ideológico, la constitución del 78. Defendemos la lucha por la III República como un primer paso para avanzar hacia la ruptura democrática, e ir avanzando contra con los instrumentos del viejo sistema.
¡Contra la represión y la explotación!
¡Por el derecho de autodeterminación de los pueblos!
¡Por la III República!
