Avanza la precampaña electoral y el programa de la oligarquía va explicitándose poco a poco, en este caso de la mano del Partido Popular.
El llamado "contrato de integración" propuesto por Rajoy es parte de la campaña de criminalización de la inmigración emprendida por la extrema derecha española. La derecha supone, o al menos difunde, que los inmigrantes no están interesados por el conocimiento de las culturas y lenguas de nuestro país, que evaden impuestos y no cotizan a la seguridad social, que no tienen una mínima voluntad de integrarse y que no cumplirán las leyes, obligando a los inmigrantes a comprometerse a regresar a su país en caso de quedar sin trabajo.
Para las clases dominantes y sus partidos satélites la clase obrera inmigrante se convierte en una mera mercancía al servicio de la acumulación capitalista, en mera fuerza de trabajo a emplear a su antojo para incrementar los beneficios de sus empresas a través de la sobreexplotación.
Para la clase dominante y sus empresas cuantos menos derechos mejor. Consiguen así una fuerza de trabajo más barata que les permite presionar a la baja los derechos conquistados por clase obrera de los pueblos de España, mientras el imperialismo español expolia los recursos naturales de los países de origen forzando nuevos movimientos migratorios.
El capitalismo siempre ha tratado de descargar la crisis económica sobre las espaldas de la clase obrera. El racismo y la xenofobia juegan un papel importante para dividir a los trabajadores en función de su nacionalidad, en función de su origen, tratando de impedir una respuesta unitaria de los sectores populares ante el empeoramiento de nuestras condiciones de vida y trabajo.
Los retrocesos sociales, los despidos, los salarios de miseria, el incremento de los precios, etc., no son consecuencia de la inmigración. Son fruto del capitalismo, de la necesidad de las clases dominantes de mantener sus insultantes niveles de beneficio y de las políticas de derechas practicadas por el PP y el PSOE durante décadas.
El PCPE llama a toda la clase obrera y a los sectores populares a exigir el reconocimiento inmediato de todos los derechos para todos y todas, desde el convencimiento de que ningún ser humano puede ser considerado ilegal en un país que aspira a la igualdad y a la justicia social.
Enfrentemos con la mayor unidad la campaña racista de la derecha, orquestada con la complicidad de un PSOE que en realidad responde a los mismos intereses oligárquicos.
- Papeles para todos y todas.
- A igual trabajo, igual salario.
- Investigación y persecución de las violaciones de los derechos humanos sufridas por la población inmigrante.
- Todos los derechos sociales, políticos y sindicales para la población inmigrante, empezando por el derecho al voto.
- Derogación de la represiva Ley de Extranjería.
- Abajo el imperialismo español y la neocolonización de África.
