miércoles, 20 de febrero de 2008

El sindicato CCOO y el PSOE se dan la mano de cara a las elecciones andaluzas

InSurGente.- El secretario general de CC OO de Andalucía, Francisco Carbonero, y el líder del PSOE y candidato a la reelección a la pPresidencia de la Junta, Manuel Chaves, constataron ayer el "alto grado de coincidencia" en los planteamientos de las dos organizaciones ante la cita electoral del 9 de marzo. "Hay una coincidencia prácticamente absoluta con los planteamientos recogidos en el programa electoral del PSOE", aseguró Carbonero tras la reunión celebrada en la sede de CC OO, en la que Chaves presentó a la dirección del sindicato las propuestas del programa electoral de su partido para los comicios autonómicos. Chaves ratificó las manifestaciones de Carbonero y se congratuló del "grado de aproximación y coincidencia entre los planteamientos de CCOO y el PSOE". ¿Sorprendidos?

Para el responsable regional de CC OO, dicha coincidencia tiene "lógica", ya que el programa socialista sitúa la "centralidad política" en el marco de la concertación social, que ha dado "imporantes réditos a la comunidad autónoma, con altos índices de crecimiento económico y de bienestar social".

Chaves también intervino ayer en el foro del Club Antares de Sevilla, en el que, antes de desglosar sus "propuestas para una Andalucía mejor", se preguntó "qué clase de idea de la democracia" tiene el PP cuando considera que quienes votan a este partido en un determinado número de ciudades andaluzas lo hacen "libremente", mientras que quienes apoyan al PSOE "son poco menos que un voto cautivo e ignorante".
"Comprendo que tienen mucha ansiedad, pero expresiones como que en Andalucía hay un 'régimen' o que falta democracia o pluralismo son, no sólo falaces, sino que constituyen una gran falta de respeto a los electores que siempre votan con libertad", dijo.

A su juicio, con esas afirmaciones hacen un "flaco favor" a Andalucía y, sobre todo, a "sí mismos" porque demuestran unas convicciones democráticas "bastante utilitarias, de usar y tirar", y también porque "echar la culpa a los ciudadanos de sus fracasos es la mejor forma de impedir cualquier cambio y, por tanto, seguir apostando, erre que erre, por el fracaso".